"Los Padres sólo se entregan hondamente a quienes se les entregan también en hondura, por larga conversación con ellos" afirma el patrólogo Antonio #Orbe en "La #Patrística y el progreso de la teología" Gregorianum 50 (1969) Fasc. 34, 543-570. Y también dice lo siguiente, de viva actualidad:
"[...] vayamos a los PP. teólogos, a los grandes, y no distraigamos fuerzas. El interés creciente por la Pastoral puede distraer hacia lo fácil. Debilitándose la formación teológica sistemática, piérdese el instinto del verdadero problema, y pululan monografías, cuando no del todo superfluas, dignas de mejor causa. El mero filólogo no puede abordar temas doctrinales de envergadura. Hay quien domina, con fichas exhaustivas, un escrito y es incapaz de medirse con él, en profundidad. Tampoco el puro teólogo, no habituado al análisis de términos y a los más elementales recursos de crítica (textual e histórica), está en condiciones de entender a los Padres. Proyectará espontáneamente sus ideas y prejuicios".
Es un camino ascético, tan ascético como hermoso. Si aguantas los días en que las gramáticas son árido desierto y los vocabularios carcomen tu ánimo... encontrarás tesoros. Lo fácil es desistir y optar por lo sencillo. Y, ¿sabes qué te digo? Que todo lo verdadero, bueno y bello, lo más hermoso de la vida, cuesta. Cuesta el amor sostenido, cuesta un matrimonio largo, cuesta cualquier vocación, cuesta una carrera profesional. Lo valioso cuesta cuando llega el tedio y esto, también. No seamos pusilánimes, porque si alguien ha conservado las Humanidades a lo largo de la Historia, ese alguien ha sido la Iglesia. Pastoral es también un estudio escondido que fructifique para bien de los fieles. Así lo entendió mi #Ireneo, y así lo entendió mi #Agustín. Así lo entendieron los grandes pastores. Conviene imitarles en lo bueno que hicieron y no sólo citar sus escritos de forma piadosa en los púlpitos o en los ejercicios espirituales. Oh, se nos llena la boca con sus palabras y luego los arrinconamos. Te digo otra cosa: su forma mentis y sus ἀρχαί son los que te llevarán a deleitosos pastos dogmáticos. Pero para ello hay que pasar por las lenguas. "Es que a mí me interesan las ideas". Claro a mí no, a mí me apasiona el aoristo y la interjección ὦ... Ahora... yo pasé el Rubicón y aunque con esfuerzos, empiezo a disfrutar a raudales. Y esto es sólo el comienzo... Tú verás...